Se vistió de gala, se perfumó y se maquilló...
Estaba radiante y lo sabia. Cogió el coche, un deportivo descapotable y salió a la carretera.
Se sintió el centro del universo, el ombligo del mundo, la más guapa, la princesa, la deseada por todos los hombres y la envidia de las mujeres. Realmente, todos deberían caer rendidos a su paso...
Se saltó un "Ceda el paso" y se la llevó un camión por delante....
Aquel camión, era evidente que, no entendía de vasallaje ni conocía la pleitesía...
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