A los internáutas...

Este es el Blog de un soñador que soñó ser un contador de historias. Algunas os gustarán y otras, puede que no, pero todas ellas son suyas, de su invención, a veces reales, otras no...Pero todas, siempre, de un modo u otro, buscan posar caricias en los corazones. allá donde se encuentren.

Nandín

domingo, 27 de febrero de 2011

Un "enroscador" con clase





"Noxi" era un tornillo molón...O por lo menos, así se veía él.
De buena cuna, nada menos que un auténtico M-16 cabeza hexagonal DIN-933 316 de 55 Milímetros de largo (ahí es nada) con calidad 10.9 que significaba que, si bien no era de "alta cuna", se le presumía "pedigrí". Y lo sacaba a colación siempre que podía, cuando en compañía de algunos colegas y allegados, rodaba alguna tuerca por las cercanías. Mientras la inmensa mayoría de sus congéneres se enroscaban con solo una tuerca para toda la vida, él alardeaba que había sido elegido por la mano de Dios, para que probara y se calzara a muchas tuercas, eso sí...Noxi solo se enroscaba con tuercas de su mismo nivel social, no faltaba más...
Evitaba la compañía de los "pijos" de cabeza allen, pues opinaba que eran unos "snobs" que solo les valía una llave de su misma clase social y además, presumían mucho de ello, y a los "roscachapa" cualquiera que fuese su cabeza, por ambiguos, que les daba igual madera, metal que plástico o cemento con tal de taladrar.
Poco a poco, muchos de sus colegas empezaron a evitar su compañía alegando, nunca en su cara, por supuesto, que era un cargante y bastante pedante, a la par que chuleta pues, entre que ellos eran unos "tuercógamos" a la fuerza, sentían cierta envidia de aquel "enroscador" nato. A él le daba igual, tenía un éxito fabuloso entre las hembras y nunca le faltaba una cohorte de tornillos-fans de acero al carbono que lo seguían a todas partes y lo admiraban. Procuraba mantenerlos a raya para que le regalaran sus oídos pero evitar en todo momento, proximidades engorrosas que le pudieran "contaminar".
Tenía días que en una misma jornada, se "enroscaba" con alguna tuerca hexagonal de su misma familia, que de cabeza "cuadrada" o de "mariposa". Siempre evitaba en la mayoría de lo posible, tuercas "ciegas" o de "presión" pues estas eran las que buscaban en cada tornillo que se les enroscara, un marido, y no lo soltaban con facilidad, con lo que así evitaba malos entendidos, al ser un tornillo "de mete y saca" y hasta la vista "moun amour..."
Nunca usaba "arandelas" de ningún tipo, ni planas ni de estrella ni nada para sus enrosques, pues como la cosa era solo de un "trabajo" sin apreturas, no corría riesgos de quedar enganchado y no le llamaba ponerse ninguna, ni las de "grower" para garantizarse la distancia.
Sus problemas empezaron cuando se la presentaron. Ella era una M-16 como Noxi de su misma calidad, con un brillo que la hacía especial a sus ojos, una dama con desenvoltura, saber estar y distinción...Pero de "paso fino". Sabía que aquello era una relación perdida antes de empezarla, que ella nunca le iba a hacer ni puto caso y él, tan acostumbrado a que todas se le postraran con suma facilidad, no acepto aquello. La colmo de regalos, le escribió canciones y poemas que le recitaba a todas horas, pero para su desesperación, ella seguía ignorándole, como si todo aquello, toda la atención por él prestada, no existiera en absoluto. Encontró una tuerca que se le parecía muchísimo, una tuerca de carbono "zincada" y no dudó en usarla para, en un intento ya desesperado, tratar de darle celos a la "refina". Pero aquello, tampoco funcionó. Encima, sin darse cuenta, la relación con la "Zincada" empezó a ser cada vez más frecuente con lo que la cosa se estaba convirtiendo en formal, de tal modo que pasaba más de una y de dos jornadas enroscado con la postiza, hasta que, de alguna manera se dio cuenta que, no solo ya no podría tener a su amada, si no que estaba ligado ya a la otra.
Comenzó, cada vez que se podía desenroscar, a pasar largas jornadas solo o enroscándose con todo tipo de tuercas, en su mayoría de acero al carbono simples, hasta que se contaminó totalmente y así, perdió todo contacto con el material de su propia clase, temeroso de contagios y despreciándole por haber caído tan bajo. Un día, que se encontraba embriagado, desarrapado y perdido, intentó forzar una tuerca sucia de carbono sin pararse a pensar lo que hacía y no darse cuenta de que se trataba de una "rosca whitworth" y quedó totalmente "gripado" con ella...

Ahora, pasa sus tristes días en un rincón de un cajón olvidado por todos, "soldado" con aquella tuerca, sin esperanza ni alegría alguna, amargado, apesadumbrado y sabedor de que todo aquel esplendor, nunca más volverá, que la mano de Dios nunca más lo volverá a tocar, si no es, simplemente...para tirarlo.

7 comentarios:

  1. Genial Don Fernando me he reído un rato. Por cierto me suena la historia y es que los tornillos imitan a los hombres cosa mala oiga.

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  2. jijijijiji, entrada original y divertida nos regalas mi neñu, un besin muy muy grande de esta asturiana.

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  3. ¡¡Coño Fernando, tas quitandomi les ganes de enroscar el tornillu!!

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  4. Un escrito descojonante. Me he reído mucho con su lectura.
    Y me ha recordado a mi ex-jefa. Confío que pronto meterá la pata y se quedará gripada con cualquiera sabe qué.
    Un abrazo.

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  5. "Gripaos" como Noxi, hay unos cuantos por el mundo...Algunos, hasta se lo merecen ;)

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  6. Excelente post que me viene recomendado vía Valencia. Muy imagnativo y verídico oiga!!

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  7. Se le agradece su comentario y un abrazo para la via valenciana ;)

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