A los internáutas...

Este es el Blog de un soñador que soñó ser un contador de historias. Algunas os gustarán y otras, puede que no, pero todas ellas son suyas, de su invención, a veces reales, otras no...Pero todas, siempre, de un modo u otro, buscan posar caricias en los corazones. allá donde se encuentren.

Nandín

lunes, 21 de febrero de 2011

Héroe

Sabe que "los malos" nunca descansan...
Y sabe muy bien que, en algunas ocasiones, es factible perder alguna pequeña batalla para poder ganar las pequeñas guerras que el enemigo le plantea día si y día también. Es un héroe muy poco "glamouroso"; no tiene club de fans, ni suelen rodar en películas, muchas de sus vicisitudes diarias en plena lucha cuerpo a cuerpo. Es un héroe poco más que desconocido, casi ignorado, aunque sueñe tener el reconocimiento algún día. En muchas ocasiones ha sentido que le flaquean sus fuerzas, al carecer de superpoderes que le sustentan. Más bien, le pasa todo lo contrario, pues "la kriptonita" le acompaña casi constantemente.
Este heroe, se levanta muy temprano todos los días, se pone su traje y se va a un sitio donde debe pasar muchas horas, aunque no le guste, y encima, optar en lo posible por echar alguna hora más, para ganar algún extra que le permita pasar el mes con menos angustia. El héroe no tiene a ninguna "Lois Lane" que le espere tras alguna hazaña, si no a su Maruja, de toda la vida, a sus hijos que hace tiempo dejaron de reconocer al héroe para ver a un dictador. A un jefe que solo quiere exprimir toda su energía en su propio beneficio. A las zancadillas de ciertos compañeros y sobre todo, a la soledad intrínseca del propio héroe...
Y lucha, pelea cual Jabato y Capitán Trueno juntos contra la desidia, el cansancio físico y mental, la monotonía, las ganas de abandonar, mandarlo todo a la mierda y huir corriendo, a toda prisa, la hipoteca, a su mujer, su suegra, sus hijos y al cabronazo del perro al que hay que pasear para que no manche por la casa. Plantar a su jefe, al banco y a la madre que lo parió a todo. Vivir en una isla donde siempre haga buen tiempo, donde sobren las mujeres dispuestas y nunca falte una buena cerveza...
Suena el despertador, el héroe se levanta una vez más, un día más, se pone su traje de héroe y sale de su casa, se pelea con el tráfico y vuelve al lugar donde las horas mueren con mucha agonía. Su jefe volverá ha exigirle toda su dedicación, ignorante que el puede con eso y mucho más, que le ha tocado desempeñar el papel de héroe, que ha de velar por los suyos, pese a lo que pese y que ha sido entrenado para ello...

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