Y es, que si digo que ya han pasado 29 años desde que los vi marcharse, cada uno a su ciudad, en esta España nuestra tan plural y diversa, como sus gentes, como mis veteranos, que les dieron la licencia un mes antes de la cuenta pues no había dinero para mantenerlos.- Cosas de la supervivencia, pienso yo- en aquel ejército de quintos-voluntarios.
Los vi partir, con ventiuno o ventidos años la mayoría, tan jóvenes, tan guapos, con ganas de comerse el mundo, tras haber aguantado toda la mili en la C.O.E. 72.
29 añinos...¡Qué pronto se dice! Y qué rápido han pasado, cuando se mira atrás...
A mi y a mis compañeros voluntas, nos quedaba todo un año más de mili, y os puedo jurar, que más de una ocasión, los echamos de menos. En las fotos podeis ver a una gran parte de ellos, no voy a poner nombres, es tontería, pues ellos ya se conocen. Para los que nunca los conocisteis, solo deciros que siguen siendo ellos, aquellos rapazones, que un día se marcharon a sus casas, algunos muy lejos de mi amado Gijón del alma. Pero sólo los vereis, los reconocereis si los mirais a los ojos, pues en ellos llevan la guerrilla...
Estos son algunos de ellos, compañeros, veteranos, amigos siempre. A cada uno lo guardo en mi corazón.