A veces, cierro los ojos...
Y cruzo el mar de los recuerdos, a lomos de golondrina.
Y siento la brisa en mi rostro, en forma de suave caricia.
A veces, veo paisajes de verdes prados, de bosques salpicados.
Y siento la humedad de una ola suplicante, entre arrecifes de piedra.
Y remolinos de espuma...
A veces, en contadas ocasiones, toco tierra, a caballo de un sendero
Entre matos cubierto, de la luz de tus ojos y aromas de sentimiento.
A veces, me llena el entorno, se deshace la pena y me abraza el silencio.
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