A los internáutas...

Este es el Blog de un soñador que soñó ser un contador de historias. Algunas os gustarán y otras, puede que no, pero todas ellas son suyas, de su invención, a veces reales, otras no...Pero todas, siempre, de un modo u otro, buscan posar caricias en los corazones. allá donde se encuentren.

Nandín

miércoles, 14 de julio de 2010

Silencio


Silencio...


Cuantas veces, ante la compañía cómplice de un ser querido, ya sea una novia, que un amigo o un hermano, nos quedamos así...Simplemente, en silencio.


Y uno se pone a pensar, a buscar qué decir, que más palabras aportar, como si sintiéramos que falta algo, como si una cascada de agua clara, se viera, de repente, cortada, sin agua...En silencio...


Y te sientes estúpido, porque solo se te ocurren tonterías, en vez de más agua, limpia, clara; Palabras disonantes, huecas, que sólo aportan ruido.


Y te notas dolido por no saber qué es lo que sigue, qué complementa para seguir disfrutando de esos momentos...


Hasta que un día, un buen día descubres que lo que se tiene que decir, lo que realmente aporta, lo que verdaderamente llena, es... Silencio.


Silencio para dar paso al calor sin adornos de la amistad. A la proximidad de otro cuerpo que también guarda el mismo silencio, que disfruta de ti, como tu de él. A que pasen los minutos juntos, simplemente compartidos, pues, nunca se sabe con auténtica certeza, de la próxima ocasión que tendremos para sentir caer el agua de la cascada, esa, que sólo se corta cuando nos separamos y que guardamos con celo su sonido, en el recuerdo de aquel tiempo convivido.

3 comentarios:

  1. Excelente apañeru, yo no podría haberlo escrito mejor... lo comparto al 100%

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  2. Es que entre amigos,o en una relacion amorosa, o entre personas que se quieren de una o mil maneras distintas, el silencio no es vacío, el silencio es eso justamente disfrutar la "presencia" del ser querido...
    Me gustó mucho Fernando.

    Marion

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  3. Qué puedo decir a este precioso pensamiento, si no es que... ¡Está precioso!
    Es el silencio, precisamente, un pensamiento dividido, pero en el siempre hay un lazo de amor. Y la Cascada sólo hace ruido interior. Porque las cascadas pertenecen a la misma fuente, al río, al curso del mismo y al final van siempre al mar, su mar. Seguro.

    Elisa

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